ARCANO MAYOR V, EL HIEROFANTE, TAROT
Veamos otra de las cartas esenciales del tarot, con el número 5 dentro de las 22 que conforman los Arcanos Mayores: el ARCANO MAYOR V – EL HIEROFANTE del TAROT, mejor conocido como el Sumo Sacerdote o el Papa, una figura importante dentro de la religión, como su equivalente femenino, la Sacerdotisa.
Su representación más usual es como la de la imagen, en la baraja Rider-Waite, aunque en otras como el tarot de Marsella también es similar. Lo importante es que se trata de una alta figura religiosa, un hombre con una corona y un cetro de tres cruces, con dos columnas detrás suyo.
A los pies del Hierofante del tarot usualmente hay dos súbditos arrodillados, esperando su bendición o alguna instrucción. Y, como podemos asumir, es una carta no sólo relacionada con la religión, sino con nuestra conexión espiritual y apego a lo tradicional.
Esta carta simboliza nuestra obediencia al poder y a la voluntad divina, del respeto que debemos tener no sólo a los poderes superiores (de cualquier fe que manejemos), sino al orden y la armonía.
Así como la religión es el reconocimiento del vínculo existente que tenemos entre el hombre y Dios, esta carta nos ayuda a revelar los misterios y doctrinas esotéricos. Nos recuerda el gran poder que tienen estas figuras religiosas en lo establecido.
Este Arcano Mayor V el Hierofante del Tarot además representa las instituciones y sus valores, no sólo de la “Iglesia”, por ser la figura del Papa. Es símbolo de la necesidad que tenemos de ajustarnos a las reglas o situaciones fijas marcadas por un poder o autoridad más grande que nosotros.
Por eso, como habla de una modalidad de adaptarse a reglas o a una autoridad, no habla de libertad individual o de nuestro espíritu, sino que más bien es una situación de “así es como son las cosas y debes seguirlas”, como si fuera un mandato divino.
Y esto habla de que formar parte de un grupo, sociedad, culto o este apego a la doctrina puede ser enriquecedor o sofocante dependiendo de las circunstancias en que estemos. A veces tenemos que seguir las pautas y abrazar la tradición, sea algo familiar o social, mientras que en otras ocasiones tenemos que confiar en nosotros mismos.