ARCANO MAYOR IV, EL EMPERADOR, TAROT
El Emperador es la cuarta carta dentro de los Arcanos Mayores del tarot, una de los 22 arcanos mayores. Es evidentemente un hombre vestido de rey, muy firme en su trono con su corona y cetro en la mano derecha.
El Emperador representa poder y autoridad; es esa encarnación de la poderosa figura masculina en la historia, con una influencia muy fuerte y esencial en la vida de la persona. Su contraparte en el tarot – y con toda la fuerza femenina, es la Emperatriz. Y así como la Emperatriz representa el poder y la feminidad en nosotros, su contraparte representa esta imposición de autoridad y poder masculino en nosotros. No quiere decir que sólo aplique para hombres, sino en general detalla ese paternalismo o figuras de autoridad imponentes que nos hayan marcado.
El Emperador es claramente asociado con el arquetipo del Rey en las diferentes culturas del mundo, como un fuerte representante de la fortaleza y dominio masculino, todavía emulando a un patriarcado donde el hombre es más poderoso. Pero por eso hay también la Emperatriz, que habla del otro tipo de poder, femenino y espectacular.
Además del poder, autoridad y liderazgo, la carta nos habla de autodisciplina, seguridad en uno mismo y estabilidad a través de la acción y firmeza que tengamos ante las situaciones que vivimos. Esa determinación nos llevará a controlar lo que nos quiera detener y, con la frente en alto, salir de cualquier bache.
El Emperador también denota un poder sobre lo material, es disfrutar de tu posición social, de los bienes que has adquirido, de la autoridad que has logrado ante los demás. Es solidez sobre lo adquirido, la fortuna que nos ha sonreído y un sentimiento en general de bienestar.
Como buen Emperador, nos habla de que hemos triunfado o nuestra meta es triunfar sobre lo material. Es pensar más con la cabeza que con el corazón; el dominio de lo racional sobre lo pasional. Aunque eso tal vez no sea la solución para algunas cuestiones o situaciones, nos muestra que ese es el camino que debemos tomar: pensar bien antes de hacer las cosas.
El Emperador nos enseña a evolucionar a través del poder personal que hemos adquirido. Como figura autoritaria, no vamos a dejar que nada ni nadie, bajo ninguna circunstancia, nos domine, manipule o quiera gobernar. Ahora sí que aquí somos los reyes y los demás deben mostrarnos respeto.
Fuente: Golden Dawn